domingo, 15 de septiembre de 2013

Un nuevo curso.

Segundo de bachillerato de nuevo...
Un primer trabajo...
Estoy deseoso de empezar, acabar mis estudios por el momento, conseguir mantenerme a mi mismo y disfrutar lo máximo posible de mi tiempo libre.
Será un año duro, de eso no tengo dudas, pero podré con ello y lo disfrutaré lo máximo posible.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Crónica de un año.

Me paro a pensar y reflexiono sobre mi historia reciente.
A inicios del verano del año pasado yo aún no lo sabía, pero sería cuando empezaría a vivir.
Mi existencia era bastante pobre, pasaba sin pena ni gloria, nada destacable, y como si de una broma se tratase, fue como si la vida tuviese prisa por recuperar el tiempo perdido.
Desde luego no todo fue bueno, aunque tampoco todo fue malo.
Me enamoré, me equivoqué, hice amistades y perdí otras tantas, conocí a gente que pasaría más tarde sin pena ni gloria por mi vida y a otras pocas personas que marcarían un antes y un después en ella.
Fue un gran verano, pero lo mejor fue que se acabara.
Un otoño melancólico y triste para finalizarlo, apoyo en los hombros de mis amigos, y como quien no quiere la cosa la historia se repitió: me volví a enamorar.
No fue como en las películas, no fue un flechazo ni algo premeditado, simplemente pasó, una coincidencia, como para compensar la pasada estación.
Supongo que, por eso, ahora soy feliz.

Un año triste en estudios, abundante en vida.

lunes, 2 de septiembre de 2013

"Truji eres un borde."

Estoy harto de escucharlo.
Mis mejores amigos, mis mejores amigas, mi familia, mi pareja, gente que apenas conozco...
Estoy cansado de ello, no comprenden la manera de pensar que me lleva a hablar o actuar como hablo o actúo.
La gente se calla, no dice que algo no le gusta, no defiende sus ideas, no deja ver que algo le incomoda. Le choca que alguien lo haga.
Eso no me vale, nunca he aceptado algo sin rechistar y nunca dejaré de defender mis ideas.
Porque las mías son mías y por ello están en lo cierto, mucho tenemos que hablar para que cambie de opinión.
La humanidad está siempre reprimida, enseñada desde que nace a ser sumisa, a no dejar ver sus ideas, a aceptar lo que les viene de arriba usando siempre el mismo motivo: el respeto.
Eso no me sirve, por esa cultura la gente autenticamente libre se ve tachada como asociales, bordes o repelentes.
El día que la gente exprese sus ideas más allá que en una discusión en la mesa de la comida familiar o la terraza del bar se hablará de verdad de libertad de expresión.
Si no quieres o no aguantas algo, no lo aceptes.